
La energía y la perseverancia conquistan todas las cosas
Benjamín Franklin
Artículo escrito por: Arhansa Urbáez Sánchez.
Luego de un largo recorrido, años de estudios, pruebas y sacrificios a los que se enfrentan los estudiantes de medicina; ese esfuerzo por alcanzar esa meta, ese sueño de ejercer esa carrera de entrega y vocación que caracteriza el ser médico, cuando estás a un peldaño de decir, “fue difícil, pero lo logré”, nos enfrentamos a la realidad ineludible e insoslayable de una crisis sanitaria global llamada Covid-19.
En este momento, cuando se paraliza todo: el país en estado de emergencia, confinamiento y suspensión de las actividades económicas… y bueno tú, como estudiante médico interno, pasas de recibir esa parte práctica, el inicio de relación médico-paciente que forma parte del aprendizaje y te forja como futuro profesional a estar en casa, entonces te preguntas: ¿Cómo puedo ayudar? ¿Qué puedo hacer desde mi posición para apoyar a los que tienen que arriesgar sus vidas diariamente por los demás?
Otros pensamientos yacen dentro de ti, tales como el dualismo de que quieres ayudar y en la posibilidad de que en cualquier momento te toque regresar a los hospitales. Sin embargo, entiendes que no tendrás garantizada esa protección, que todavía eres un aprendiz, que la cantidad de personas que están en la misma situación representa un riesgo para la propia formación y que luego de ser estudiante de medicina, eres hija, nieta, madre, esposa.
Pero el mundo sigue su curso, y esa situación de pánico que se percibía cuando comenzó la crisis da respuesta a una de esas preguntas que como estudiante de medicina te hiciste y las cuales hemos estado tratando en este artículo. De alguna forma sientes que desempeñas un papel importante dentro de toda esta circunstancia y eso se debe a que a ti acuden familiares, vecinos y conocidos preguntándote todo respecto a la problemática del Covid-19. Te conviertes en promotor de la salud, en un orientador con información de calidad sobre lo que es cierto y lo que no de esta enfermedad porque una de las cosas negativas a la que nos enfrentamos en estos tiempos de crisis, es a un desglose de informaciones falsas y de fuentes no oficiales de divulgación pública a la que la ciudadanía tiene acceso.
A pesar de que se le otorga más promoción a la información que sí es certera y verídica, en los distintos medios de comunicación, con datos que provienen de entidades competentes como la Organización Mundial de la Salud o el Ministerio de Salud Pública de nuestro país, las personas no parecen prestarle la debida importancia a este tipo de fuente. Es como dijo una vez, una colega y amiga de la que hago mención en estos momentos, Massiel Méndez Jorge: “Nunca asumas que las personas saben o entienden las cosas”.
En otro aspecto, como estudiante de medicina sabes que, ya que estás en la casa sin poder salir, a menos de que sea de vital importancia, puedes sentirte triste, desesperado e incluso frustrado porque ya no estás desarrollando de manera habitual todas esas actividades que antes podías hacer. Debes cultivar una buena salud mental, pero ¿Cómo haces eso?
De manera particular, me he cuestionado sobre ese tema e igual me he sentido un tanto desorientada en algunos momentos, por eso, a modo de consejo personal te sugiero que te prepares una agenda de actividades para desarrollar día a día, en la que mezcles esas que te gustan y que antes no tenías tiempo de agotarlas por estar día y noche entre libros. Una de esas podría ser compartir más con las personas que conviven contigo, claro sin dejar a un lado tu aprendizaje.
Es en estos momentos de pandemia es que nace, si no lo habías forjado ya, ese autodidacta que llevas impregnado en ti como estudiante de medicina y que forma parte de todos los profesionales de salud que están siempre a la vanguardia. Busca la forma de mejorar en esos temas y aspectos que entiendes que estás endeble en artículos, libros, hasta cursos online que puedas encontrar ofrecidos por diversas universidades. Todo eso ligado a adaptarse a la modalidad virtual que, ahora más que nunca, es parte de tu proceso de aprendizaje.
A modo de conclusión, no debes olvidar estos tres aspectos, así como fomentarlos cada día:
- Ser paciente ante la situación de crisis.
- Mantenerte actualizado y atento a las informaciones oficiales respecto a la crisis y a la situación del país con respecto a la misma.
- Estar preparado para cuando se te solicite integrarte y continuar con tu proceso que te permitirá conseguir ese objetivo tan deseado
Y como dice este célebre pensador del siglo XX: “La vida es como conducir una bicicleta. Para mantener el equilibrio, debes seguir adelante”. Albert Einstein.
