No suspender las radioterapias y reconocer la importancia del “Intrabeam” en pacientes oncológicos, dicen especialistas

Santo Domingo. – Nathalie González, radioterapeuta, y Ricardo Paredes, cirujano oncólogo – mastólogo, advirtieron que la suspensión de la radioterapia en pacientes oncológicos puede conllevar a recaídas y a la reaparición de la enfermedad. Sólo en algunas condiciones de cáncer de mama, la radiación puede ser suspendida en las áreas afectadas.
González recalcó que la omisión de la radioterapia sin tratamiento endocrino adyuvante puede aumentar en un alto porcentaje la posibilidad de reaparición del cáncer, incluso en pacientes con perfil de bajo riesgo.
Explicó que la omisión de la radioterapia en pacientes de bajo riesgo sometidos a cirugía conservadora y terapia endocrina, también requieren de una consideración cuidadosa y una evaluación por el radioterapeuta. Tal decisión sólo está avalada cuando los ganglios son negativos, el tumor menor de 1 cm, de bajo riesgo y de una edad superior al menos a 70 años o más.
Finalmente, González recordó que las pautas para radioterapia luego de neoadyuvancia deben basarse en el estadio inicial, la patología y las características del tumor que afecta a la mujer y no sólo en el resultado posterior a la quimioterapia previa a la cirugía, en los casos que se traten de esa manera.

Por su parte, Paredes explicó la importancia del “Intrabeam” o radioterapia intraoperatoria que calificó como un excelente método y de muy bajo riesgo. El método consiste en resección del tumor y en la aplicación de la radioterapia en el mismo pabellón permitiendo un tratamiento corto y preciso durante la cirugía conservadora sobre el lecho del tumor.
También agregó que tiene muchos beneficios en tiempo de aplicación y reincorporación a la actividad normal del paciente, además de las implicaciones emocionales y económicas. Sus resultados son rápidos, efectivos y con pocos efectos secundarios.
Paredes recomendó usarlo, especialmente, en pacientes con tumores relativamente pequeños, menores de 3 cm, radioterapia previa por linfoma, recidiva de cáncer de mama con radioterapia previa, pacientes con comorbilidades como infarto al miocardio, problemas pulmonares, cirugía oncoplástica, con rotación de colgajos o en edad avanzada.
Advirtió que con esta técnica se garantiza la dosis de radiación al estar en contacto con el lecho tumoral, ya que la dosis de radioterapia es absorbida inmediatamente en la cavidad del tumor. El último estudio publicado da resultados iguales a los logrados con radioterapia externa de seis semanas, siendo el tratamiento aplicado durante la misma cirugía, agregó.
González presta sus servicios en el CDD Radioterapia de Clínica Abreu, mientras que Paredes es un médico especializado residente en Venezuela. Ambos realizaron estas observaciones en medio de la pandemia del Covid-19 y sus efectos a pacientes oncológicos.