
Estados Unidos. – El farmacéutico Steven Brandenburg fue privado de libertad durante un lapso de 36 meses más 3 años de libertad condicional por tratar intencionadamente de dañar cientos de vacunas de la compañía Moderna, según su propia declaración de culpabilidad, registrada en enero del año en curso.
El caso fue relevante a inicios de año cuando inició el programa de vacunación contra COVID-19 en Estados Unidos, coincidiendo con la fecha en que dicho país registraba un elevado número de infecciones y muertes por la pandemia.
Brandenburg dejó las vacunas durante horas a temperatura ambiente antes de devolverlas a la refrigeración para usarlas en el hospital al día siguiente, conociendo los daños irreparables que adquirían las dosis. Posteriormente, 57 pacientes recibieron las inyecciones que el acusado intentó sabotear, antes de que los funcionarios descubrieran sus acciones e intervinieran.
El farmacéutico de 46 años, también tiene la obligación de cancelar un monto de USD$ 83,800 como indemnización al hospital del grupo “Advocate Aurora Health”. De acuerdo a la agencia periodística EFE, la declaración de Brandenburg detallaba que él comunicaba de forma recurrente a sus compañeros sus intenciones, señalando que tenía dudas de la calidad de la vacuna fabricada por Moderna.